Crónica Calpulalpan – Jaltepec 2010

Una de las cosas que más he aprendido a disfrutar con mi esposa y mi ahora familia política son sus tradiciones, como parte de las mismas cada año realizan un viaje a Calpulalpan en el estado de Tlaxcala, donde se encuentra una Iglesia consagrada a San Antonio instaurada en 1608 y año con año realizan una feria de una semana en honor a dicho Santo iniciando el 13 de junio.

En el marco de la celebración de San Antonio la familia de mi esposa se reúne en su totalidad para ir a brindar sus respetos a dicho Santo al siguiente domingo, cuando normalmente se celebra el día del padre, a lo cual se organiza un viaje muy elaborado que inicia con la renta de una autobús turístico para llevarnos a ese lugar, desde ahí se pueden imaginar el tamaño de esta aventura.

Es sorprendente la organización y la cantidad de costumbres que conlleva este viaje familiar, de inicio, se conmemora a los papás, lo cual ya es de por sí algo muy grato para ellos, a continuación tenemos que en verdad va prácticamente toda la familia, más o menos unas cincuenta personas reunidas, entre hermanos, esposas, hijos, yernos, nueras, novios, primos, en donde prolifera un ambiente festivo que siempre ha caracterizado a mi familia política.

Desde muy temprana hora de la mañana, se inicia el abordaje al camión, todos reunidos en un punto estratégico tomamos nuestros lugares y como ocurre en todo viaje siempre habrá alguien que llegue al último y sea motivo de burlas por todos los demás que concurrimos, a continuación inicia la distribución de los desayunos que normalmente viene organizado por las mamás de cada familia, aunado a las compras previas que realizamos en una tienda para poder llevar todo el parque necesario.

Inicia el recorrido y todo es cordialidad y mucho relajo, al llegar a Calpulalpan, todos empezamos una peregrinación hasta el templo donde presentamos nuestros religiosos respetos a San Antonio y normalmente escuchamos la concurrida misa que se esté llevando en ese momento. Es muy interesante ver la devoción con la que todos vivimos este momento y sobre todo lo especial que resulta estar reunidos por un motivo familiar.

Terminando la misa se da inicio a un recorrido libre por los puestos de la feria en honor a San Antonio, venden mucha comida, dulces típicos, ropa, discos, sombreros, curiosidades y artículos hechos de madera, entre muchas otras cosas. Es como un tianguis de muchas cuadras en las que encuentras cualquier cantidad de artículos y las compras no se hacen esperar.

El siguiente punto de reunión es el puesto de los tacos de escamoles, gusanos de maguey, chinicuiles y chicatanas. Un almuerzo ya muy tradicional más nada convencional, no a todo mundo le gustan estas delicias de la cocina mexicana, tengo la fortuna de ser un ávido comensal y no tengo problema en probar todas estas cosas, la primera vez siempre es impactante, pero ya después se vuelve una verdadera adicción.

A continuación inicia la última vuelta por la feria, en la que se adquieren las últimas cosas a efecto de emprender el camino a una comida familiar, que por segundo año consecutivo se llevó a cabo en Jaltepec un municipio del estado de México donde se encuentra la familia de mi esposa por parte de mi suegra, ahí se respira un aire completamente diferente al de cualquier lugar.

La gente es maravillosa y la comida excepcional, disfruto mucho cada vez que tengo la oportunidad de ir para allá, pues el cálido ambiente que vivimos es único y ya juntándose las dos familias es algo enorme y tenemos la oportunidad de convivir muy a gusto todos.

Ahí uno reducido grupo nos fuimos a las vías del tren, fue algo completamente nuevo en mi vida, he ido tantas veces y nunca habia ido a las vías; disfrutar de los paisajes y sentir la suave brisa del altiplano es algo demasiado relajante, además de que tuve la oportunidad de conocer nuevas cosas como el lugar exacto en el que se pueden encontrar los gusanos de maguey y cómo empiezan a nacer los maizales en los sembradíos.

La convivencia con la naturaleza fue muy agradable, además de que me hacía una falta tremenda, salir de nueva cuenta de la ciudad, ya que hacía algunas semanas que no lo hacía.

Lo que más valoro de todo esto es la divertida forma en la que estuvimos todos reunidos un año más, haciendo de esta festividad un día muy importante por todo el trasfondo que conlleva, y pude encontrarme a personas muy valiosas, como JR, a quien ya tenía mucho tiempo de no ver personalmente y que es asiduo comentarista del blog.

Mi Análisis Realista del día de hoy es: Hay costumbres familiares muy arraigadas que poco a poco hacen tradiciones y experiencias de convivencia únicas, fomentemos siempre la convivencia familiar pues será esta la que nos permita descubrir un poco más de nosotros mismos.

OC

2 respuestas to “Crónica Calpulalpan – Jaltepec 2010”

  1. Jorge Rioja Says:

    Excelente crónica OC! Sólo faltó especificar la gran ingesta etílica que inicia desde temprana hora y acaba…cuando se acaba! Es parte de los usos y costumbres, subcultura propia de la dinámica social de «Saporo Ranch State» (O sea, Zapotitlán)
    Además de las «novatadas» y ritos de iniciación propios de una tribu…jeje, definitivamente muy divertido y siempre espero con gusto la fecha.
    Como siempre, saldo blanco, barriga llena y corazón contento…
    Un abrazo, me gustó compartir con ustedes un grato momento.
    En espera de la próxima…
    JR

    • analisisrealista Says:

      Mi querido JR,

      Sinceramente no me fue posible señalar lo referente a la ingesta etílica por no buscar perjudicar a ninguno de los participantes en este magno evento anual, sin embargo coincido en que la tribu tiene sus cánones perfectamente delimitados y establecidos haciendo de este acontecimiento un cúmulo de recuerdos para todos.

      También estoy pendiente del próximo evento que nos permita compartir todos los buenos momentos que esta familia nos brinda, viene la feria del Pueblo y cuento con que toda la familia estaremos de nueva cuenta conviviendo en armonía bajo el maravilloso efecto de las bebidas embriagantes.

      Un gran saludo

      Omar Carreño


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