La semana pasada escuché una entrevista que le hicieron a Héctor Aguilar Camín, quien es uno de los principales exponentes de la comunicación en México, en esencia la entrevista era sobre su opinión referente al giro violento que han tomado las noticias y otros puntos por el estilo.
Algunas de sus palabras iban más o menos en el sentido de que ya es suficiente despertar y escuchar puras noticias asquerosamente amarillistas en México, ya es suficiente hablar de cuántos muertos, cuántos secuestros y otras cosas por el estilo.
Días después, el viernes de 16 de abril para ser exactos escuché que el Presidente dijo a diversos inversionistas turísticos que solo el 10% de las muertes registradas por culpa del crimen organizado han sido civiles y militares.
Efectivamente, me resultó ya un poco morbosa la situación, el que todo el tiempo se hable de cuestiones amarillistas, asaltos, violencia, muertes, me es ya totalmente estadístico, ¿Qué mal no? He llegado a insensibilizarme ante la tragedia ajena pues estoy cansado de escuchar siempre lo mismo.
¡En verdad! Del trágico caso de Paullete me di a la tarea de ignorarlo por completo, me oculté y busqué todos los medios para no enterarme, ése no me resultó indiferente, sino que me hizo sentir frustrado pues al menos dos veces por semana recibo correos de niños desaparecidos que mis contactos me hacen favor de enviarme, y de esos niños ¿Qué se sabe? ¿Cuál es la línea de la investigación? ¡Nada! ¡Sencillamente no se sabe nada! ¿Cuál es la diferencia? Los medios.
El cuarto poder como lo han denominado, aquél que puede ensalzar algo que le es útil, aquél que puede hundir lo que le perjudica. ¡Qué lástima me dan! Agradezco aquellos medios que se encargan de influir en la cultura, agradezco de aquellos otros que son objetivos y realistas con el pueblo; agradezco a las redes sociales como ya lo he expresado, así como el twitter que me dan una opinión objetiva de las cosas.
Este artículo no es una queja, es solo un análisis de cómo la contaminación mediática puede resultar desgastante. El morbo vende, ¿Lo malo es bueno para los oídos? ¿Enterarnos de las tragedias ajenas nos hacen olvidarnos de nuestro avance? Yo creo que no. No espero vivir en una burbujita y decir, esto o aquello no me importa, todo es importante, pero si quienes podrían hacer algo no lo hacen, ¿Qué podemos hacer nosotros?
Ya he posteado anteriormente que cada cabeza es un mundo, que si cada quien pone su granito de arena poco a poco iremos cambiando y haciendo mejor las cosas, sin embargo, creo que si existe un exceso de contaminación en nuestra realidad de información, aclaro no critico a los medios en sí mismos, critico la información que nos comparten día con día.
Por lo tanto, coincido con Aguilar Camín en que ya es suficiente de tantas noticias violentas y amarillistas, se hacen tantas cosas de carácter intelectual, científico y artístico en nuestro país que deberíamos estar un poco más enfocados en tomar esos temas como prioritarios pues creo que son los que en verdad nos van a dar un mensaje positivo y de verdadero crecimiento como país.
Mi Análisis Realista del día de hoy es: ¿Buscamos un México sin problemas o queremos darle más problemas a México? Ya no aceptemos enseñanzas negativas de los medios de comunicación.
OC