El Niño Mágico

 

Este día quiero compartir con ustedes que en mi trabajo estamos recibiendo un curso de mediación y conciliación, nos lo imparte el Doctor en Derecho Othón Pérez Fernández del Castillo y sinceramente ha dejado en mí muchas enseñanzas de índole personal que sé que me servirán de mucho en un futuro.

Deseo comentar una de estas enseñanzas que ha sido para mí, sin lugar a dudas, la más significativa, con todos los honores y reconocimientos al Dr. Pérez Fernández del Castillo me permito parafrasear para ustedes, la teoría del Niño Mágico.

Cuando somos niños todos tenemos ilusiones, sueños, deseos, necesidades y esperanzas; la vida de un niño está plagada de inocencia, que poco a poco vamos perdiendo conforme vamos creciendo, vamos cambiando hasta llegar a una fase adulta en la que olvidamos estos primeros instantes y llenamos de preocupaciones nuestra vida.

Existen personas que como adultos no perdieron jamás su capacidad de ser niños y que han hecho cosas extraordinarias, por ejemplo Walt Disney quien en su imaginación de niño creó el fabuloso mundo de Disney, que ha trascendido todas las barreras de la magia y la ilusión, o J. K. Rowling quien ha escrito toda la historia del niño mago Harry Potter, historia conocida por muchos y que resulta simplemente increíble.

A estas personas se les conoce como los Niños Mágicos, personas que nunca perdieron su capacidad de ser niños y que en la edad adulta han hecho sus sueños realidad.”

Esta es a grandes rasgos la teoría del Niño Mágico, unas ideas que me han dejado muy intrigado sobre qué es lo que he ido olvidando a lo largo de los años y cómo puedo recuperarlo, las ilusiones, los sueños y las esperanzas que tenemos en esa etapa nos hacen especiales pues nos hacen creer en lo increíble, nos hacen volar, volvernos invisibles, ser más fuertes que nadie y admirar a los mayores.

¡Cuántas cosas engloba la ilusión! ¿Verdad? Pues el ejercicio interesante es recuperar desde lo más profundo de nuestros seres esta capacidad de ser niños, de reír a carcajadas; de cantar sin pena ni tono, de creer que podemos hacer todo lo que queramos, que tal vez si cerramos los ojos con fuerza al abrirlos podamos ver todo con una nueva perspectiva, más positiva.

Cada quién sabe cómo es su niño interno, cada quién debe aprender a rescatarlo y ver en él al niño mágico que puede hacer nuestra vida más feliz. En verdad ¿Porqué no dejamos de preocuparnos por todo lo que nos rodea y aprendemos a disfrutar las cosas que hacemos? ¡Démosle esa cara mágica y tratemos de ser siempre divertidos, irreverentes, imaginativos, súper fuertes y súper héroes!

Vivir de la magia, de la ilusión no nos aleja de la realidad, sino que simplemente nos hace ver las cosas de una manera más positiva. No dejemos de creer, no olvidemos nuestra capacidad de sorpresa y no busquemos lo malo a todo cuando en esencia no lo hay.

Escribí esta entrada muy conmovido, en serio que sí, porque aparte de compartirla con ustedes quiero que me acompañe siempre para no dejar de lado a mi niño mágico, ese niño que tiene ganas de que lean sus historias, de ser escuchado siempre, de ser recordado como alguien feliz, que se encuentra en camino a aprender más día con día y que no deja de sorprenderse con todas las cosas maravillosas que nos enseña la vida.

Por último me llena de emoción contarles que es el día en el que disfruto mucho el poder decir “¡Es que NUNCA había hecho esto!” Mucha gente me mira sorprendida porque yo como escuincle hago cosas que nunca me imaginé capaz de hacer, o que con mis casi treinta años encima ahora hago más cosas de niño que cuando tenía cinco, ahora solo estoy en busca del Niño Mágico de OC para hacer algo más.

Mi Análisis Realista del día de hoy es: No importa cómo pero el conocimiento nos llega de alguna forma cuando lo necesitamos, he aprendido que tengo que llevar conmigo siempre a ese niño mágico que me permitirá ser mejor persona.

OC